Compras a distancia

Comprar por internet puede tener ventajas como no tener que desplazarse al establecimiento, con el gasto de tiempo que ello conlleva, o tener un catálogo más grande para comprar que lo que se puede encontrar en una tienda. Sin embargo, de cara al consumidor, también existen desventajas nada despreciables como el hecho de que no se pueda ver, tocar y probar el producto antes de realizar la compra.

Las empresas no pueden hacer visitas o llamadas comerciales sin el consentimiento previo de la persona consumidora. Ante llamadas así hay que desconfiar y no facilitar datos personales.

Es por ello que una de las garantías fundamentales en las compras por internet ya distancia es el derecho a desistimiento: Este derecho consiste en la potestad del consumidor o usuario, que sin tener que indicar el motivo, puede desistir de la operación durante los 14 días naturales desde la recepción del producto o desde la entrada en funcionamiento del servicio contratado.

El vendedor está obligado a informar por escrito y de manera clara y precisa de la existencia de este derecho y de cómo el usuario debe proceder para ejercerlo y de las condiciones. Si el vendedor no informa de este derecho a la persona consumidora, este periodo se amplía 12 meses más a los 14 días iniciales. En caso de que el vendedor informe tarde al usuario el plazo será de 14 días naturales desde el momento de la comunicación.

El derecho de desistimiento es un derecho irrenunciable. Esto quiere decir que siempre que se realiza una compra por internet, a distancia o fuera del establecimiento comercial siempre aplica. Aunque existe una cláusula contractual para forzar la renuncia del usuario a este derecho, esta cláusula sería nula.

El ejercicio del derecho a desistimiento es gratuito, a excepción de que los gastos de devolución hayan sido informadas por el empresario antes de la compra o que el envío de la devolución se haga por una vía más cara que la ordinaria, entonces el usuario tendría que asumir la diferencia.