El pasado 13 de mayo fue el Día Mundial del Comercio Justo, te explicamos qué es y porqué es importante.
El Comercio Justo es un movimiento internacional que lucha por una mayor justicia global en los ámbitos económico, social, humano y medioambiental. Ponemos énfasis en las elecciones que hacemos como personas consumidoras, porque nuestro consumo tiene un impacto social y político decisivo y tiene, además, unas repercusiones locales, pero también globales. No somos conscientes del poder que tienen nuestras elecciones, de cómo estas pequeñas decisiones de compra pueden contribuir a un desarrollo más sostenible y a un consumo responsable.
Se trata de un sistema comercial basado en el diálogo, la transparencia y el respeto, que busca una mayor equidad en el comercio internacional prestando especial atención a criterios sociales y medioambientales. Contribuye al desarrollo sostenible ofreciendo mejores condiciones comerciales y asegurando los derechos de productores/as y trabajadores/as desfavorecidos.
Todas las organizaciones que pertenecen a este movimiento deben cumplir los diez principios del Comercio Justo, que pueden ser resumidos en tres bloques:
- Respeto a los derechos humanos, laborales y sociales: salarios dignos, condiciones laborales adecuadas y seguras, lucha contra la explotación infantil e igualdad de género
- Prácticas justas: relaciones comerciales estables, libertad sindical y democracia en la toma de decisiones
- Protección del medio ambiente, a través de técnicas de producción ecológicas y respetuosas con el entorno
¿Qué podemos hacer como usuarios en nuestro día a día para promover esta manera ética, más crítica y más justa de acceder al comercio justo?
Evidentemente, haciendo un cambio de consumo hacia el comercio justo. Se puede empezar con productos como el café, el cacao o el azúcar de caña, e incluso si tenemos que comprar ropa, asegurarnos que tenga algún certificado de comercio justo.
También, los consumidores tenemos un poder enorme con los mensajes que hacemos llegar a los establecimientos. Ponemos un ejemplo, si vamos a cualquier establecimiento y encontramos que no ofrecen productos de comercio justo, se puede pedir que los ofrezcan, asegurando que los consumidores tenemos un interés en encontrar este tipo de productos. Hacer estas acciones tiene mucho poder, incluso de cara a las administraciones.
La Organización Mundial de Comercio Justo establece que las certificaciones avaladas de Comercio Justo son estas:
Así que los productos que incluyan en su envase o etiqueta alguno de estos sellos son de Comercio Justo.