El 29 de septiembre se celebra el día internacional para concienciar sobre la problemática ambiental, social y humana que implica el desperdicio alimentario. Según la FAO, se calcula que un tercio del alimento producido en el mundo se acaba desechando.
Es un tema de gran importancia a nivel global tanto por el impacto ambiental (es responsable de entre el 8 y el 10% de las emisiones globales de gases de efecto invernadero), como por el hecho de la hambruna y desnutrición a nivel mundial. Hay suficiente alimento en el mundo para todos, pero este no está bien repartido y se pierde una gran cantidad en las etapas de transformación, distribución y consumo.
La reducción de las pérdidas y el desperdicio alimentario es uno de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). Se pretende, para 2030, reducir a la mitad el desperdicio alimentario por cápita en la venta y a nivel de consumo.
Solo en la Unión Europea se desperdician 88 millones de toneladas de alimentos, equivalente a un 20% de la producción alimentaria total.
En Cataluña se desperdician unos 35 kilos de comida por persona y año, aproximadamente el 7% de los alimentos adquiridos.
¿Qué podemos hacer como consumidores para reducir el desperdicio alimentario?
- Dar valor a los alimentos
- No descartar frutas o verduras por su aspecto o tamaño
- Comprar productos locales y de temporada
- No comprar compulsivamente, hacer una lista antes de ir a comprar
- Planificar las comidas para aprovechar todos los alimentos
- Conservar correctamente los alimentos
- No tirar los alimentos por la fecha de consumo preferente, fijarnos en la fecha de caducidad
- Preparar recetas de aprovechamiento
- Ordenar los alimentos de forma adecuada
Con estas pequeñas acciones, como personas consumidoras podemos ayudar a reducir el desperdicio alimentario y tener un consumo más responsable de los alimentos.