La reforma propone la mediación como primer paso obligatorio para resolver conflictos, práctica que ya estamos aplicando con éxito en la resolución extrajudicial
1. Agilización y reestructuración del sistema judicial: La Ley introducirá una reestructuración en los tribunales, sustituyendo a los Juzgados de Primera Instancia por Tribunales de Instancia. Este cambio busca mejorar la eficiencia y la flexibilidad en la resolución de conflictos. Estos tribunales tendrán una estructura más eficiente para gestionar los casos civiles, permitiendo distribuir mejor la carga de trabajo y ofrecer una resolución más rápida y ágil de los conflictos.
2. Impulso de la resolución de conflictos extrajudiciales: La nueva legislación fomenta el uso de los Mecanismos Alternativos de Solución de Conflictos (MASC), como la mediación, conciliación o arbitraje. A partir de la entrada en vigor de la Ley, será obligatorio intentar resolver un conflicto a través de estos mecanismos antes de acudir a los tribunales. Este cambio tiene como objetivo descongestionar a los tribunales, reducir la carga judicial y promover soluciones más rápidas, menos costosas y eficientes.
3. Tribunales especializados en derechos del consumidor: Los conflictos relacionados con los derechos de los consumidores serán gestionados por tribunales con formación específica en materia de consumo. Los Tribunales de Instancia estarán especialmente formados para afrontar los casos de consumo, por lo que los consumidores tendrán una mejor protección y resolución de sus disputas.
La Ley Orgánica 1/2025 busca modernizar el sistema judicial, mejorar la eficiencia y el acceso a la justicia, lo que nos permite proteger los derechos de los consumidores y facilitar el uso de mecanismos extrajudiciales para resolver conflictos. Esta reforma quiere descongestionar a los tribunales y reducir los tiempos de los procesos, creando un sistema judicial más ágil y justo para los consumidores.