El mes pasado el Gobierno aprobó una nueva modificación de la normativa, que permite que los supermercados puedan limitar la cantidad de artículos que puedan ser adquiridos por cada comprador. Se podrá hacer de forma temporal y cuando existan circunstancias extraordinarias que estén justificadas.
Esta medida contribuye a paliar los posibles desabastecimientos puntuales y de determinados productos que la actual situación del mercado pueda generar. La modificación determina que estas medidas deberán estar justificadas y, además precisa que las mismas se adoptarán de manera proporcional cuando sea necesario para impedir el desabastecimiento y garantizar el acceso de las personas consumidoras en condiciones equitativas.
Hasta ahora, la Ley de Comercio Minorista prohibía a los comerciantes limitar la venta de productos adquiridos por cada consumidor. Además, los establecimientos tampoco podían establecer precios más elevados o suprimir reducciones o incentivos para las compras que superen un determinado volumen.
A finales de marzo, en la Ley 7/1996 de Ordenación del Comercio Minorista. Concretamente, se añadió un nuevo apartado 3 en el artículo 9: «Excepcionalmente, cuando existan circunstancias extraordinarias o de fuerza mayor que lo justifiquen, los establecimientos comerciales podrán suspender con carácter temporal la prohibición prevista en el apartado 2 de limitar la cantidad de artículos que puedan ser adquiridos por cada comprador».
Además de la justificación, los supermercados deberán aplicar esta prohibición «de manera proporcionada cuando sea necesario para impedir el desabastecimiento y garantizar el acceso de los consumidores en condiciones equitativas».
Es necesario garantizar el acceso por parte de todas las personas consumidoras a los productos en el mercado en condiciones equitativas sobre todo ante situaciones excepcionales o de fuerza mayor, que puedan dar lugar a cualquier problema de desabastecimiento de determinados productos en el marco del comercio minorista.