Cataluña está viviendo una sequía excepcional desde el 2020 y esto ha provocado que el Gobierno haya ampliado la declaración de excepcionalidad en siete nuevos ámbitos. El estado de excepcionalidad se activa cuando los embalses están entre el 25 y el 16% de su capacidad. De esta manera, quedan afectados por excepcionalidad 594 municipios de 25 comarcas y unos 6,5 millones de personas. Actualmente los embalses catalanes están al 26% de su capacidad, mientras que hace un año estaban casi al 60%.
Te facilitamos una série de consejos que ha elaborado la Agencia Catalana del Agua (ACA) y que pueden ayudar a ahorrar y, sobre todo, a evitar el desperdicio de agua en los diferentes usos que le damos.
Solo abrir el grifo cuando hace falta: Un grifo abierto gasta 10 litros cada minuto. Podemos ahorrar mucha agua si lo cerramos mientras nos lavamos los dientes o mientras nos enjabonamos las manos.
Además, se puede instalar un reductor de caudal que puede reducir el consumo de agua a la mitad. Son baratos y sencillos de instalar, se enroscan directamente al grifo y pueden reducir el consumo en un 50%.
Ducha en vez de baño: Darse una ducha es hasta 6 veces más eficiente que la bañera, una bañera llena gasta unos 300 litros, en cambio cuando nos duchamos gastamos unos 50 litros. De la misma manera que con los grifos del baño o de la cocina, en la ducha también se pueden instalar reductores de caudal para reducir el consumo.
En el váter, usar la descarga adecuada: Cuando el váter tenga doble botón, si optamos por el de descarga mínima siempre que se pueda, ahorraremos unos 3 litros de agua cada vez que tiremos de la cadena. Por otro lado, si no usamos el váter como una papelera, se ahorran bastantes litros de agua y también los dolores de cabeza que puede suponer un atasco de la cañería.
Lavadoras y lavavajillas eficientes: Elegir electrodomésticos de bajo consumo también sirve para ahorrar agua. Una lavadora o un lavavajillas eficientes, y con carga completa, pueden reducir el consumo de agua a una cuarta parte.
Reaprovehcar el agua con la que cocinamos: Una buena parte del agua que utilizamos en la cocina la usamos para limpiar alimentos, hervir o cocinar al vapor. Esta misma agua la podemos usar luego para lavar las plantas.
Tan sencillo como guardar el agua usada en un recipiente y una vez vuelva a temperatura ambiente, ya podremos regar las plantas.
En casa, regar en el momento adecuado y una sola vez: En verano, el mejor momento para regar es por la tarde, para evitar la evaporación, mientras que en invierno el mejor momento es a primera hora de la mañana para evitar que el agua se congele. En los dos casos, a banda de optimizar el consumo de agua, la planta no sufre.
Siempre es preferible regar abundantemente una sola vez que no regar muy a menudo y con poca cantidad de agua. Además, usar recursos como corteza, grava o tierra volcánica dentro del tiesto permite retener con más eficiencia la humedad.
En el jardín y el huerto, la mejor eficiencia se consigue con un sistema de riego gota a gota programable.
Además, evitar el césped y apostar por plantas propias del clima mediterraneo es una buena medida de ahorro porque no requiere un riego tan intenso y continuo para su mantenimiento.
Limpieza de vehículos sin manguera: La mejor opción para limpiar el vehículo es el túnel de lavado. En este tipo de instalaciones disponen de sistemas de reaprovechamiento del agua usada. Si usamos la manguera necesitaremos más de 300 litros de agua para tener el coche limpio.
Piscina llena los 365 días del año: Si se tiene piscina, conviene hacer un mantenimiento todo el año para no tener que rellenarla cada verano. Cubrirla, además, nos permite reducir la evaporación hasta un 70% y, además, evita las heladas en los meses de invierno.