Busca profesionales con referencias
Aunque la reforma sea pequeña, busca profesionales acreditados, y si puede ser, con referencias de personas de confianza que hayan trabajado con ellos. Asegúrate de que se trate de una empresa solvente y con experiencia. La empresa debe garantizar que trabaja con profesionales acreditados para el ejercicio de su oficio y que cuentan con un seguro de responsabilidad civil profesional.
Pide el presupuesto
Una vez tengas clara la reforma, pide el presupuesto detallado por partidas, donde se incluyan los materiales y la mano de obra.
Además, debe incluir el IVA, los métodos de pago y posibles fórmulas de financiamiento.
Deja todo por escrito: la empresa debe presentar un contrato, que incluya los plazos de ejecución, la forma de pago y la garantía. Este documento servirá de prueba ante futuros problemas o desperfectos.
Fija por escrito la fecha de finalización
Es vital que el contrato fije una fecha de finalización de la reforma.
Es habitual pagar una entrada que cubra la compra de materiales, pero no debería superar el 30% del presupuesto total. Asocia el resto de pagos a la realización de determinadas obras: paleta, fontanería, etc. Y deja siempre una cantidad pendiente para el final de la reforma.
Pide la factura y paga siempre el IVA
Es una obligación, a la vez que una garantía para reclamar si hubiera posibles problemas.
El IVA aplicado debe ser del 10% y no del 21% si:
- El cliente es un particular o una comunidad de propietarios
- La obra es para una vivienda que se utiliza para uso particular
- El inmueble lleva más de dos años construido o rehabilitado
- La persona que realiza las obras no aporta materiales para su ejecución, o en el caso que los aporte, su coste no exceda del 40% de la base imponible de la operación
Avisa a tus vecinos
Si la reforma es importante, deberás pedir permiso a la comunidad. Si la reforma es pequeña, no hace falta pedir permiso a la comunidad. Aunque conviene avisar a los vecinos sobre los horarios y los plazos de las obras.