Rebajas, cambios y devoluciones de productos

El 7 de enero era el día marcado tradicionalmente como el inicio de las rebajas de invierno, pero actualmente la normativa ya no fija estrictamente las fechas en que se tienen que hacer las rebajas. Aun así, los comerciantes tienen un pacto implícito para seguir haciéndolas en este periodo, aunque hay algunos comercios que ya hace días que las han empezado.

Es importante tener en cuenta que las rebajas son voluntarias y los establecimientos no están obligados a hacerlas. La duración de estos descuentos será la que cada vendedor considere conveniente, habitualmente las de invierno se han hecho hasta finales de febrero. A la hora de ir de rebajas los consumidores tienen que tener en cuenta que:

  • Cuando entren a la tienda los precios originales tienen que constar junto con el precio rebajado o sino el porcentaje de rebaja.
  • Está prohibida la venta, bajo el nombre de rebaja, de productos deteriorados, de baja calidad o adquiridos especialmente por esta finalidad.
  • Las condiciones de venta en época de rebajas tienen que ser las mismas que durante el resto del año. Los productos tienen que mantener la misma calidad de siempre a un precio más bajo.

Cambios y devoluciones

Es recomendable que el consumidor se informe sobre la posibilidad de cambiar el artículo antes de hacer la compra. El comerciante solo esta obligado a hacerlo si es defectuoso o bien si ya anunciaba esta posibilidad. Por eso conviene conservar las facturas o los tiquets por si hay alguna incidencia.

Sobre los cambios y las devoluciones hay que diferenciar entre las garantizaba legal y la garantía comercial:

La garantía legal la tienen todos los productos de consumo y quiere decir que el vendedor tiene que responder por los problemas de origen que pueda tener el producto. Por ejemplo, si compramos un móvil y la batería dura muy poco ya de inicio podemos reclamar al vendedor y escoger entre la reparación o la sustitución del producto de forma gratuita. A pesar de que se tiene que tener en cuenta que si una de las opciones resulta imposible o desproporcionada teniendo en cuenta el coste por el vendedor nos tendremos que atender a la otra posibilidad.

En el supuesto de que no se puedan llevar a cabo ni la reparación ni la sustitución se podrá solicitar una rebaja del precio o la resolución del contrato, es decir, el reembolso del dinero y retorno del producto.

El plazo de la garantía legal es de 2 años desde el libremente del producto. Hay que tener en cuenta que si el defecto del producto aparece en los primeros 6 meses se entiende que el problema vendía de origen y el vendedor tiene que probar que el defecto apareció en posterioridad al libremente. Si el defecto se manifiesta pasado 6 meses tiene que ser el comprador quien pruebe que el producto ya estaba en mal sido.

A diferencia de la garantía legal, la garantía comercial es voluntaria. Las empresas y comerciantes la pueden ofrecer o no. Y siempre tiene que suponer una mejora respeto la garantía legal.

Las condiciones de esta garantía se pueden pedir por escrito si el consumidor lo pide. Hay muchas tiendas que lo posan directamente al ticket de compra con el texto: “dispone de 15 días para devolver el producto”.